Panamá
Hambre: Enemigo silencioso de la educación en Panamá
La situación es más preocupante en áreas comarcales donde la comida se convierte en un incentivo para estudiar y el despacho de los alimentos es un desafío.
- Miriam Lasso
- /
- /
- /
- - Actualizado: 02/5/2023 - 11:40 am
El plato de comida que se sirve en los centros educativos representa la única comida que reciben muchos estudiantes en coclé y otras regiones educativas del país, sostiene Doris Hernández, supervisora de Familia y Desarrollo Comunitario del Meduca en las Región de Coclé.
La realidad alimentaria de los estudiantes está ligada a los recursos disponibles de las familias y muchas familias la están pasando muy mal a pesar de algunos apoyos que reciben desde el Gobierno Nacional, señala Hernández. El Pase-U no es suficiente para una familia que vive en área de difícil acceso y en extrema pobreza, agrega la docente.
La situación es más preocupante en áreas comarcales donde la comida se convierte en un incentivo para estudiar, señalan docentes de Agropecuaria de estas regiones educativas. "Garantizarles el plato de comida reduce los niveles de deserción escolar en esta áreas", señala.
Un niño no puede estudiar si tiene hambre y en las comarcas hay mucha pobreza, así como deficiencias en la alimentación de los niños que tienen que caminar hasta cuatro horas para llegar a las escuelas, dependiendo de las condiciones climáticas.
En Panamá la prevalencia de desnutrición es lo esperado para una población sana de 5 a 14 años, menor de 2.5 %, sin embargo el 36.7 % de la población de 5 a 9 años y 36.3 % de 10 a 14 años padece de exceso de peso que en comparación con los últimos 16 años ha ido en aumento en el rango de edad de 5 a 9 años, comprobado con investigaciones a nivel de educación en salud, detalla la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos.
La pandemia de la covid-19 dejó a Panamá con una brecha en el aprendizaje, con una brecha de valores donde vandalizan las escuelas, pero también una brecha en la alimentación de los estudiantes, sostiene la titular de Educación.
Durante la pandemia, el Gobierno Nacional ofreció apoyo con la entrega de comida o el Vale Digital para las poblaciones vulnerables, sin embargo, el rol que juega la escuela en el tema alimentario no se dio, afectando a gran parte de la población estudiantil, agregó Gorday de Villalobos.
Desde el año 2019, el Ministerio de Educación estructura el proyecto "Panamá Sin Hambre", que se encuentra en el Sistema Nacional de Inversiones en el proceso de implementación y que para el 2024 espera alcanzar unas 750 escuelas.
Más que un comedor bonito, lo importantes es que la cocina tenga las condiciones básicas, que las personas que van a preparar los alimentos tengan el conocimiento previo y cuenten con sus carné de salud, la capacitación de docente, padres y que la promoción de granjas y huertos escolares trasciendan a la comunidad con huertos familiares, detalla Gorday de Villalobos.
La falta de energía eléctrica y cadena de frío en escuelas de áreas de difícil acceso, los retos para despachar en áreas comarcales a donde sólo se puede llegar en helicóptero o después de cuatro días caminando, limita la planificación y ejecución de los programas alimentarios en todas las escuelas del país.
Panamá también cuenta con áreas de alta vulnerabilidad por extrema pobreza que no necesariamente se encuentran en zonas de difícil acceso, agregó la titular de Educación.
Este año, el programa ‘Estudiar sin Hambre’ (ESH) alcanza una 486 escuelas ubicadas en los 300 corregimientos más vulnerables identificados en el Plan Colmena e impacta a 101,312 estudiantes, con una inversión de $15,000,000.
Huertos escolares
Para el Meduca, el Programa de Huerto Escolares es crucial en el proceso. Los Huertos Escolares van ligados a un docente líder de Agropecuaria o Familia y Desarrollo Comunitario que trabaja en colaboración con expertos para selección el espacio para el proyecto, las semillas y el seguimiento de los sembrados, explica Doris Hernández, supervisora de Familia y Desarrollo Comunitario del Meduca en las Región de Coclé.
No obstante, para Najla Veloso, de la Cooperación Brasil-FAO, lo importante es que los proyectos de huertos escolares trasciendan a las comunidades a través de la agricultura familiar. Que la comunidad se convierta en proveedora de los alimentos que se sirven en los centros escolares.
Los cítricos, el plátano, el café y otros, son alimentos que en Coclé tiene gran rendición por las ventajas de la tierra.
¡Mira lo que tiene nuestro canal de YouTube!
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.