¿Del fraude electoral o la imposición foránea de un candidato?
La palabra fraude proviene del latín fraus, frus, frudis, fraudis: engaño o, en su connotación jurídica, daño derivado de un engaño.
La palabra fraude proviene del latín fraus, frus, frudis, fraudis: engaño o, en su connotación jurídica, daño derivado de un engaño.
Nuestro país acaba de dar un gran salto hacia la modernización de los procesos regulatorios y de compra de medicamentos, con la aprobación de la Ley 1007.
Como ya he dicho, la definición de moral solo llega a comprender muy poco del infinito universo de reglas autoimpuestas con la que regimos nuestro día a día.
El contrato entre el Estado y la minera mantuvo vigencia y por tanto extendió sus efectos a todo lo que ocurrió en ese tiempo.
Hay que alzar la voz y hasta irrumpir en combate anímico contra uno mismo, eso sí como poetas en acción.
Conocí personalmente a la ex presidenta Mireya ya cuando había regresado del exilio con mi abuelo, en 1978. El recibimiento de "El Dr." fue apoteósico.
Algo parecido nos ocurre este año al zarpar en un crucero desde Southampton que culminará con escalas en 15 países del norte de Europa y el mar báltico.
En este mundo, en esta realidad debes brillar, transmitir luz, irradiar con tu comportamiento. Que tu ejemplo diga más que tus palabras.
El Sionismo es el derecho a la tierra, a la siembra a la cosecha dentro de la más grande libertad humana.
El momento, desde luego, no es nada fácil. Las incesantes contiendas desgarradoras, totalmente inaceptables, nos están dejando sin palabras.
La crítica pública era considerada un arma fundamental para cuestionar el poder omnipotente y represivo del Estado.
A medida que la IA generativa se asienta, el trabajo se centra en garantizar un retorno de inversión medible para las organizaciones.
A pesar que la tenemos contemplada en la ley, estas diferentes formas de participación, para muchos la práctica sigue siendo limitada.
Es mortal. El sueño que aturde el raciocinio castra toda posibilidad de iniciativa y de creatividad. Manto peligroso es ese tipo de sueño.
Porque la libertad no es un baluarte en el que refugiarse, sino una cárcel, una prisión de cristal. Una burbuja que nos secuestra y nos enfrenta.
El Señor Martinelli Berrocal, según lo ha establecido el Tribunal Electoral, aun es candidato en firme.
Él es la vida plena, sin imperfecciones propias de lo finito. Está resucitado, por lo que no hay en él ninguna limitación propia nuestra.
Mientras el istmo se caldeaba en una debacle política a mediados de 1968, afianzábamos nuestros estudios de lenguas y cultura en un verano en Francia.