La transparencia panameña
La corrupción panameña está ganando la guerra en nuestra sociedad, y lamentablemente regula el mercado a nivel estatal y privado.
La corrupción panameña está ganando la guerra en nuestra sociedad, y lamentablemente regula el mercado a nivel estatal y privado.
Para ser un país productor de -cobre y tierras raras-, hay que reforzar la institucionalidad política y copiar el ejemplo del extractivismo petrolero de Noruega
Amén que la satisfacción de los cruceristas con el puerto de cruceros de Amador no se examina porque seguramente rondaría en números harto negativos.
No desperdicies el ahora porque nunca volverá. Jamás retornaremos a ni un solo minuto del pasado. Es irreversible. El tiempo vivido no puede recuperarse.
Esa gran verdad, que se encuentra más allá de discusión alguna, ha pasado desapercibida en medio de la crisis nacional que recientemente hemos vivido.
El Ministerio de Trabajo no ha actuado, de modo convincente y apropiado, justa y legalmente, frente a la situación de los trabajadores de la mina.
Totalmente convencido de que una nueva generación tiene el poder de transformar la narrativa del país y la fuerza necesaria.
El ámbito académico, por su parte, ofrece una plataforma neutral para el intercambio de ideas fundamentadas en evidencia y análisis.
La vida, ese conductor que nos lleva por una carretera escoltada en estrella, puede llegar a ser muy irónica.
A ellos, no siempre le verás acompañados de bastones o perros guías. Tal vez de forma resiliente superan las vicisitudes de su entorno con el arte.
La compostura es el modo primordial para interactuar unos con otros, y con aquello que nos rodea cimentándonos en una mayor convivencia.
Dios te habla a tu corazón cuando experimentas inspiraciones divinas, ganas de orar, de guardar silencio, de concentrarte en tu interior para vivir.
No se puede pedir que la decisión genere imposición o desarrollo de cuestiones propias a los procesos comunes ordinarios o como acontece en los procesos penales
La aprobación relámpago del contrato, en complicidad con los diputados, destaca una de las principales fallas del sistema político.
Vivir no es esto, es la atención mostrada y la diligencia en escuchar, para socializarse humanamente y poder hermanarse.
Desde que comienza el ejercicio de sus cargos, pareciera que les sobreviene un mal endémico: el mal del poder.
No tiene sentido vivir sin sentido, así como no tiene razón navegar sin destino, porque a la mar, así como a la vida, le gusta naufragar al navío perdido.