Panamá
Manglares, pilares del mercado de carbono local
Panamá promueve el desarrollo de una economía baja en emisiones de gases contaminantes. Estos ecosistemas son importantes secuestradores de carbono.
- Karol Elizabeth Lara
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- - Actualizado: 30/7/2023 - 11:51 am
Panamá avanza en la hoja de ruta con miras establecer un mercado de carbono como parte de las estrategias contra la crisis climática. Para completar la tarea, los manglares se erigen como protagonistas.
¿Por qué? El dióxido de carbono (CO2) es el gas de efecto invernadero más predominante en medio del actual calentamiento global.
En la naturaleza diversos ecosistemas tienen la capacidad de secuestrar carbono, como es el caso los ecosistemas marino-costeros, que pueden almacenar hasta cuatro veces más carbono que otros bosques.
El carbono que se almacena naturalmente en los manglares, praderas marinas y marismas se conoce como carbono azul.
El carbono azul y su oferta en los mercados de carbono a través de créditos se han convertido en elementos clave al brindar soluciones diferentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y preservar valiosos ecosistemas costeros.
Un crédito de carbono, en palabras sencillas, es un permiso de emisiones de gases. Por cada crédito de carbono, una empresa o un país tiene derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono o el equivalente de otro gas de efecto invernadero.
En Panamá, el proyecto Patrimonio Natural Azul, desarrollado por la National Audubon Society, la Sociedad Audubon de Panamá y con la coordinación del Ministerio de Ambiente, trabaja en esta línea con la finalidad de proteger y mejorar el capital natural costero.'
4
veces más carbono, que los demás bosques tropicales, almacenan los manglares.
183,000
hectáreas de manglares tiene el país según datos del Ministerio de Ambiente.
A través de ciencia sólida contabilizan el carbono que secuestran los manglares, destacando su papel en la resiliencia costera y se incentiva la conservación de la biodiversidad en estos ecosistemas y los medios de vida que sostienen.
Este proyecto en particular opera en dos sitios pilotos, los cuales sobresalen por su biodiversidad de aves: el Refugio de Vida Silvestre Humedal Bahía de Panamá y la Bahía de Parita.
Según Patrimonio Natural Azul, los mercados de carbono basados en la compra y venta de alguno de estos productos generan nuevas fuentes de ingresos a proyectos que reducen o evitan emisiones de gases de efecto invernadero, y brindan una alternativa a empresas que no han logrado reducir sus emisiones en suficiente medida.
Juliana Chavarría, técnico de campo y laboratorio en carbono azul, comenta que este proyecto realiza el primer inventario de manera completa para la Bahía de Parita y Panamá. Agrega que a la fecha se ha ejecutado un 100% de la fase de campo en Parita y un 40 % en Panamá.
Por su parte Verónica González, del departamento de Cambio Climático de MiAmbiente, puntualiza que aunque Panamá no es un gran emisor de gases contaminantes forma parte de una aldea común y por lo tanto tampoco se escapa a los problemas climáticos.
La experta recalca que Panamá es primer país en el globo sur que está adaptando un protocolo para el mercado de carbono voluntario internacional sobre la generación de créditos de carbono verde y azul.
No obstante, González recuerda que más allá de la importancia de estos mercados, para ayudar al planeta es fundamental reducir las emisiones de gases contaminantes.
"Sería un error que apostáramos a que los créditos de carbono le traerán una economía verde al país. Lo que tenemos que hacer es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero", expuso González.
El 2023 se estableció como un año piloto, en el cual el Ministerio de Ambiente espera completar la compra y venta de los primeros créditos de carbono nacionales.
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