De la cuna hasta el entierro
Tampoco debe uno moverse dentro de su ego al recibir elogios, que nacen muchas veces de la necesidad de otros de salvaguardarse en intereses propios.
Tampoco debe uno moverse dentro de su ego al recibir elogios, que nacen muchas veces de la necesidad de otros de salvaguardarse en intereses propios.
El extremismo violento está ahí, en cualquier esquina viviente, no es algo nuevo ni tampoco exclusivo de ninguna región, nacionalidad o sistemas de creencias.
Tenemos que dar un rostro más humano, tanto a lo vivido como a lo que nos queda por anidar. La mejor recomendación pasa por ser más de brazos abiertos.
Conviene fortificar este asunto para que lo auténtico nos aliente y alimente, hasta convertirlo en un patrimonio común, que nos haga la vida más fácil entre sí.
El sacerdote que celebra la misa con sus fieles está haciendo que el sacrificio redentor de Cristo se siga actualizando y llegando hasta confines del universo