El pitcheo se quedó sin fuerzas
- Omar De La Cruz
- - Publicado: 06/9/2006 - 11:00 pm
Recuerdo las palabras de Aníbal Reluz, cuando regresó de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena, bajo una avalancha de críticas, pero reconoció que el equipo no tuvo bateo oportuno, además de asumir a medias la responsabilidad de cada manager, cuando el balance son más derrotas que victorias.
Sin embargo, el director pidió el reconocimiento para los lanzadores panameños, que acumularon un promedio de carreras limpias por debajo de 1.00.
Una verdad de los deportes colectivos es que son como sábanas chicas, si tratas de arroparte los pies no podrás cubrirte la cabeza.
Panamá presentó en el torneo Preolímpico de Cuba un equipo más reforzado que el de Cartagena, el cual mostró poder ofensivo, pero un pitcheo que sufrió los castigos de la veteranía.
Earl Agnoly, Sherman Obando y César Quintero encabezaron los maderos canaleros, que produjeron en nueve partidos un total de 64 carreras, gracias a 97 imparables y 9 jonrones.
Colectivamente, Panamá bateó para .301 y con marca acumulada de 15 carreras en el primer episodio. Todo lo contrario ocurrió sobre la lomita.
Diez lanzadores utilizó Reluz, quienes permitieron 58 anotaciones, 93 inatrapables, 16 batazos de vuelta completa y promedio de carreras limpias de 6.17.
Un ejemplo es cuando Panamá vencía a Canadá 7 por 2 hasta el sexto y a pesar de los siete bomberos utilizados para apagar el fuego, al final caímos 15 por 12, en el inicio de una segunda ronda amarga y para el olvido.
Abraham Atencio, Rolando Herrera, Jorge Cortez y Elpidio Pinto tuvieron promedios de carreras limpias permitidas por encima de 10.00.
Al final nos tocó entrar por la puerta de la cocina al Mundial de Taipei. La pregunta es si para ese torneo seguiremos experimentando. Reluz debe meditar si sigue al frente y de hacerlo debe ponerse enérgico con los directivos de la FEDEBEIS, que están más pendientes de reelegirse, que de cuidar el prestigio internacional del béisbol panameño, el cual está manchado..
Sin embargo, el director pidió el reconocimiento para los lanzadores panameños, que acumularon un promedio de carreras limpias por debajo de 1.00.
Una verdad de los deportes colectivos es que son como sábanas chicas, si tratas de arroparte los pies no podrás cubrirte la cabeza.
Panamá presentó en el torneo Preolímpico de Cuba un equipo más reforzado que el de Cartagena, el cual mostró poder ofensivo, pero un pitcheo que sufrió los castigos de la veteranía.
Earl Agnoly, Sherman Obando y César Quintero encabezaron los maderos canaleros, que produjeron en nueve partidos un total de 64 carreras, gracias a 97 imparables y 9 jonrones.
Colectivamente, Panamá bateó para .301 y con marca acumulada de 15 carreras en el primer episodio. Todo lo contrario ocurrió sobre la lomita.
Diez lanzadores utilizó Reluz, quienes permitieron 58 anotaciones, 93 inatrapables, 16 batazos de vuelta completa y promedio de carreras limpias de 6.17.
Un ejemplo es cuando Panamá vencía a Canadá 7 por 2 hasta el sexto y a pesar de los siete bomberos utilizados para apagar el fuego, al final caímos 15 por 12, en el inicio de una segunda ronda amarga y para el olvido.
Abraham Atencio, Rolando Herrera, Jorge Cortez y Elpidio Pinto tuvieron promedios de carreras limpias permitidas por encima de 10.00.
Al final nos tocó entrar por la puerta de la cocina al Mundial de Taipei. La pregunta es si para ese torneo seguiremos experimentando. Reluz debe meditar si sigue al frente y de hacerlo debe ponerse enérgico con los directivos de la FEDEBEIS, que están más pendientes de reelegirse, que de cuidar el prestigio internacional del béisbol panameño, el cual está manchado..
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