Retos
La calidad de la educación pública en América Latina
La docencia en América Latina se caracteriza por tener niveles muy bajos de conocimiento, prácticas pedagógicas poco efectivas y serios problemas de motivación y gestión.
- Roberto Roderick Ogg Fábrega
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- - Actualizado: 15/11/2018 - 10:07 am
Usualmente cuando se mencionan los problemas que afronta la región latinoamericana, se abordan temas como: la inseguridad, crimen organizado, alto costo de los alimentos, transporte ineficiente, informalidad laboral, mal servicio del sistema de salud o desabastecimiento de medicamentos pero pocas veces nos volteamos a ver uno de los más grandes desafíos que -a nuestras luces- es la génesis de la mayoría de dichos problemas diarios y es la educación de calidad.
Reconociendo que América Latina es la región que más invierte en Educación, asignando un promedio de 5% de su PIB y notando que esto no se ve reflejado en desarrollo, productividad y calidad de vida, nos hemos planteado una pregunta: ¿Cuáles son los avances y los retos que afronta América Latina en materia educativa?
Menciona el Informe "Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina” de la fundación El Diálogo que:
"Nuestros países se encuentran en una encrucijada. Si no mejoran de manera sustancial y sostenida la calidad de la educación, los enormes esfuerzos realizados para aumentar la escolaridad no rendirán los frutos esperados. El futuro económico, social y político de la región depende de que nuestras sociedades y gobiernos logren avanzar una agenda ambiciosa de calidad educativa. Mejorar la calidad de la educación representa la diferencia entre estancamiento y desarrollo".
Al igual que la Comisión por la Educación de la Fundación El Diálogo, la Organización de Estados Iberoamericanos ha publicado recientes informes sobre la situación de la región en materia educativa, destacando cuatro temas fundamentales: a) El desarrollo infantil temprano, b) La excelencia docente, c) La relevancia de una evaluación, d) La tecnología en la educación.
Primeramente, señalan la importancia de contar con una estrategia de inversión temprana en niños de hasta 5 años de edad.
Estas políticas deben incluir centros donde se desarrollen las habilidades cognitivas de los infantes.
Actualmente, este sector, sobre todo los provenientes de hogares vulnerables, presentan déficits que luego se traducen en fracaso escolar.
La evidencia científica es sumamente clara: las habilidades fundamentales que definen la capacidad de aprender se desarrollan temprano en la vida.
Las brechas de desarrollo generadas antes del comienzo de la escolaridad acumulan deficits muy difíciles de eliminar.
La Educación es un derecho que comienza con el nacimiento y se encuentra estrechamente relacionado con la posibilidad de alcanzar un desarrollo óptimo en el que tenga lugar el desarrollo con otros y que es reconocido como un proceso multidimensional que involucra aspectos motores, afectivos, cognitivos y sociales.
Asegurar este derecho requiere hacer efectivos otros derechos como el de la salud y la nutrición, el derecho a un buen trato o el derecho de los niños y niñas a no trabajar.
Para esto, la Organización de Estados Iberoamericanos ha recomendado las siguientes acciones:
a) La creación de lazos de confianza que involucren a la familia dentro de las actividades escolares,
b) La centralidad del juego como principal experiencia de aprendizaje en la primera infancia,
c) La creación de ambientes seguros y enriquecedores que potencien las posibilidades de desarrollo, aprendizaje y participación.
La Red Iberoamericana de Educación Inicial ha empleado sus mejores esfuerzos a fin de apoyar a 14 países latinoamericanos mediante la creación del Instituto Iberoamericano de Primera Infancia, con sede en Chile, cuyo trabajo se ha organizado en: educación, bienestar y protección, realizando acciones de investigación, formación, asesoramiento, pasantías e intercambios, generación de redes y campañas comunicacionales a favor de la primera infancia.
Por otro lado, la excelencia docente juega un papel fundamental para el desarrollo de una Educación Pública de calidad.
Tal como lo menciona Mario Jabonero, “Lograr que los estudiantes aprendan a tomar decisiones, resuelvan situaciones problemáticas y sean capaces de gestionar sus propios aprendizajes sitúa, ineludiblemente, al docente en el centro del proceso educativo. El desarrollo de estas nuevas destrezas requiere de profesores motivados y formados, capaces de mediar en este proceso de construcción y apropiación que han de realizar los alumnos."
La docencia en América Latina se caracteriza por tener niveles muy bajos de conocimiento, prácticas pedagógicas poco efectivas y serios problemas de motivación y gestión.
Sin afrontar esto, resultará imposible mejorar nuestra educación.
Para lograr la excelencia docente que todos anhelamos, debemos pasar esta profesión a una prestigiada y con estándares de desempeño reconocidos.
Si bien es cierto, no existen recetas específicas de cómo hacerlo y que tenga un resultado rápido pero podemos adoptar medidas como la de Finlandia, donde -por motivos de presupuesto- capacitaron a directores, supervisores y administrativos y fueron estos los encargados de ser agentes multiplicadores.
Mejorar de manera radical la calidad docente requiere una estrategia que atraiga a mejores candidatos a estudiar la docencia, los prepare mejor a nivel, los remunere como profesionales y los evalúe de manera más sistemática.
Adicional, es imperativo contar con una evaluación de aprendizajes que permita fijar expectativas claras para todos (padres, alumnos, docentes, administradores) y que marquen los avances y retrocesos de la calidad educativa.
Actualmente, los sistemas estandarizados de evaluación de aprendizajes a gran escala en América Latina han tomado importancia y han servido para medir las habilidades de nuestros estudiantes, sin embargo, todavía estamos sujetos a la voluntad política de los gobiernos latinoamericanos al no ser estos obligatorios.
Se requiere que las propias escuelas sean usuarias activas de estas mediciones y las conviertan en información útil para mejorar su labor educativa.
Según la Fundación El Diálogo:
“Es necesario profundizar en los esfuerzos por comunicar los resultados y usarlos para la gestión en todos los niveles, creando una verdadera cultura de evaluación."
Como último punto, pero igualmente importante, es necesario que los Estados latinoamericanos incluyan nuevas tecnologías a la educación toda vez que continúan siendo muy tradicionales en su enfoque.
Porcentualmente, la mayoría de los estudiantes que abandonan sus estudios es porque se aburren, es decir, no encuentran relación de lo que estudian con su diario vivir.
Esto, puede ser motivado por la incapacidad del colegio de ofrecer educación actualizada, relevante y hacerlo de manera inclusiva y participativa.
La incorporación de computadores portátiles o tabletas debe ir acompañada de una formación que articule el acceso a los equipos con estrategias de uso guiado, con contenidos específicos por nivel y asignatura y con metas claras basadas en indicadores de aprendizajes medibles.
América Latina afronta grandes y complejos retos en materia educativa que no pueden ser abordados de manera cortoplacista, basada en aceptación política o clientelismo, sino como políticas de Estado sometidas a un consenso e inclusión de distintos sectores de la ciudadanía.
La cooperación regional es fundamental, sobre todo porque actualmente existen países que han logrado un sistema educativo-no perfecto- pero eficiente que pudiera ser adoptado por los otros circunvecinos.
La mejora de calidad de la educación pública requiere de todos.
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