Ricardo Martinelli padece graves problemas de salud
Lo certificó tanto el Departamento de Estado de Estados Unidos como cuatro médicos del Sistema Penitenciario Nacional a su llegada a Panamá.
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- - Publicado: 12/6/2018 - 12:00 am
Ante los evidentes problemas de salud que presenta el expresidente Ricardo Martinelli, el magistrado de garantías Jerónimo Mejía ordenó anoche que fuera revisado por doctores de Medicatura Forense y posteriormente trasladado al Hospital Santo Tomás.
La decisión de Mejía se tomó luego de que en la audiencia de comunicación de derechos, Martinelli sufriera problemas de arritmia, taticardia y ruidos cardiacos.
Mejía también decidió convocar para las primeras horas de hoy a una nueva audiencia para que los médicos que atendieron al exmandatario sustenten su condición de salud y determinar si se le mantiene en el Santo Tomás para su tratamiento.
En horas de la tarde, cuatro médicos del Sistema Penitenciario Nacional examinaron al exgobernante y determinaron que este presenta problemas cardiacos y de presión arterial alta, por lo que debía ser enviado a un hospital y no recluirlo en una celda.
Mejía ordenó que Martinelli fuera atendido medicamente de inmediato anoche y, luego de confirmarse sus padecimientos, fue llevado al Hospital Santo Tomás.
Antes de suspender la audiencia, Mejía interrogó al médico cardiólogo Gabriel Frago, quien atendió a Martinelli en la tarde y cuando presentó mareos anoche.
Mejía le preguntó si había la posibilidad de que Martinelli muriera en medio de la audiencia por los problemas cardiacos que enfrenta. Frago reiteró que los padecimientos del exmandatario ameritaban que fuera trasladado a un hospital y no a El Renacer.'
Cifras
364 días estuvo recluido en EE.UU.
Audiencia
6:00 p.m. fue la hora a la que se inició ayer la audiencia en la que se le leyeron los derechos a Ricardo Martinelli.
2 fue el número de la Sala del Tribunal Superior donde se realizó la diligencia judicial.
Simpatizantes de Martinelli abuchean a Rómulo Roux en concentración de apoyo al exmandatario en la CSJ
El actual presidente del partido Cambio Democrático, Rómulo Roux, fue abucheado a su llegada a la concentración en la Corte Suprema de Justicia que fue convocada por los simpatizantes del expresidente Ricardo Martinelli tras su llegada al país.
“Fuera, fuera, fuera”, era parte de una de las consignas que le gritaban a toda voz y se le señalaba el camino de salida, incluso se habló de amenazas de agresiones entre algunas personas.
Los simpatizantes del exmandatario señalaron que Roux no tenía nada que hacer allí, por lo que Roux se defendió y dijo que iba en representación de la junta directiva del colectivo.
El también candidato a la presidencia fue acompañado por varios diputados de la junta directiva del partido, quienes lo apoyan, los cuales se defendían gritando “unidad”.
Las pugnas a lo interno del partido no han sido superadas aún con la extradición de RM, lo que refleja que fue recibido por un partido totalmente dividido.
Durante la audiencia, Martinelli dijo al magistrado de garantías que "todos mis derechos han sido violados", y por eso "me siento ofendido". "Si algo me pasa, los responsabilizo a ustedes", advirtió.
Martinelli le comunicó al magistrado que se le negó la comunicación con sus abogados durante toda la mañana y gran parte de la tarde. Afirmó que padece de graves trastornos de salud de tipo coronario y que es posible que sufra de cáncer en la próstata.
Precisó que médicos del Sistema Penitenciario Nacional determinaron que su presión arterial estaba altísima, 220 sobre 140.
Durante la audiencia, Martinelli presentó problemas de salud y se tuvo que decretar un receso para que fuera al baño.
Mientras, el abogado de Martinelli, Carlos Carrillo, señaló que a su cliente se le violaron sus derechos porque no tuvo acceso a sus defensores, lo mantuvieron incomunicado y fue la Policía la que tomó el control sobre el exmandatario, en vez de la Cancillería, como establecen las normas.
Recalcó que un equipo de médicos interdisciplinarios determinó que Martinelli debía ser enviado a un hospital de tercer nivel por sus padecimientos.
También acusó al Gobierno de violentar las recomendaciones del Departamento de Estado de que Martinelli fuera sometido a un examen médico profundo apenas llegara a Panamá.
Carrillo anunció que apelaría la decisión de Mejía en caso de que este, sin tener facultad para ello, decidiera decretar la detención preventiva de Martinelli.
El jurista acusó a Mejía de tomar decisiones que no le corresponden y calificó como injusto e ilegal que el juez de garantías le comunicara a Martinelli que el año que estuvo detenido en Estados Unidos no computa como parte de la detención preventiva que enfrentaría en Panamá.
Advirtió que los derechos humanos y legales de Martinelli fueron violados desde su ingreso al país por órdenes superiores.
Violaciones
La violación de los derechos del expresidente fue flagrante ayer, incluso antes de que llegara al territorio nacional.
En primera instancia, un secretismo ilegal fue asumido por la Cancillería de la República, que se negó a brindar información oficial sobre su llegada.
Esto produjo una vergonzosa caravana de familiares y abogados de Martinelli que trataban de adivinar la hora y el sitio de su llegada a Panamá.
Igual suplicio debieron padecer los medios de comunicación que se vieron obligados a dividir a su personal para tratar de dar cobertura al sitio de la llegada del exmandatario.
La Cancillería con el Ejecutivo, el Ministerio de Gobierno y el Ministerio de Seguridad se negaron a dar información oficial.
Extraoficialmente, había trascendido que Martinelli llegaría al aeropuerto de Panamá Pacífico, sitio al que acudió la ex primera dama de la República Marta Linares de Martinelli junto a su hija (y el esposo de esta), así como el abogado Roniel Ortiz.
Allí se les negó el acceso a la terminal, sin mediar razón, salvo la escueta explicación de que no se les permitiría el acceso "por orden superior".
Y cuando la mayoría de los medios estaba apostados esperando la llegada del exmandatario en un vuelo privado, por orden de Cancillería y del Ejecutivo, se ordenó el desvío de la aeronave hacia el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
"Nos han burlado a todos", expresó en ese momento Marta Linares, mientras abandonaba Panamá Pacífico con dirección al Hospital Santo Tomás, donde se suponía que se le brindaría atención médica a Martinelli, algo que tampoco se cumplió.
Una vez que Martinelli fue llevado a una sala de espera del aeropuerto de Tocumen, las violaciones a sus derechos continuaron.
Se le negó ser recibido por algún abogado y, lo peor, la administración Varela incumplió con el compromiso adquirido de trasladarlo a un centro médico para revisión médica.
Y fue allí, en el propio aeropuerto de Tocumen, donde se dio una especie de revisión, algo contrario al protocolo de traslado hacia Medicatura Forense o, en su defecto, al Hospital Santo Tomás.
Y continuando con la intención de mantener a Martinelli alejado de los medios (que seguían tratando de ubicarlo), el exmandatario fue llevado en helicóptero a El Renacer.
Allí se le volvió a negar su derecho a ser visto por sus familiares y apoderados legales.
El abogado Carlos Carrillo recordó que la ley es enfática al señalar que "de inmediato" a su ingreso al penal, el investigado tiene derecho a la asistencia legal de su elección.
"Pero aquí se ha incumplido la ley por orden superior. Les estoy advirtiendo a los policías que esta es una orden abiertamente ilegal para que no la cumplan", afirmó Carrillo a los medios aglomerados en la cerca perimetral de El Renacer.
Por su parte, Sidney Sittón alertó que con este proceder, Panamá se convierte en "un Estado policial".
¿De dónde procedía la "orden superior" para negar derechos fundamentales del expresidente? En todas las instancias públicas donde fue trasladado ayer, ningún funcionario de rango medio o similar dio la cara, y fueron servidores regulares los que cumplieron las órdenes.
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