Educación
La adolescente madre
Los chicos y chicas no necesitan tanta cátedra sobre este tema sino saber por qué no deben tener sexo a tan temprana edad....centrémonos en la prevención hablando claro inculcándole a las niñas que no se dejen tocar ni de grandes ni de chicos aunque la miren como bicho raro...
- Bernardina Moore [email protected]
- - Actualizado: 11/6/2018 - 07:01 am
Una adolescente madre, sobre todo las menores de quince años, es sinónimo de esas niñas que no han dejado su Barbie, solo que la han cambiado por una, si tiene niña, que come y llora de verdad.
Las mamás de estas niñas, algunas, se frustran y con razón porque soñaban con ver a sus niñas realizadas profesionalmente y tal vez bien casadas, pero ese malestar no debe llevarlas a cometer el error de decirle a la niña, que muchas veces al abrir las piernas no se imaginaban que quedarían embarazadas, que cuide de su bebe cuando ella misma todavía necesita que la terminen de educar y criar. Ella ve a su hijo(a) como algo lindo y atractivo con quien puede entretenerse un poco hasta que llegue la noche y no deje dormir a nadie con su llanto. Si no la orienta y apoya en la forma como debe atender a su bebe, ella lo hará como mejor le parezca y como nadie no da lo que no tiene, preguntémosle a cualquiera de esos delincuentes juveniles cómo lo criaron y conoceremos el patrón de conducta de la madre.
No estoy de acuerdo que aumenten las estadísticas de adolescentes embarazadas pero, tampoco estoy de acuerdo que a muchas las tiren a la calle unos “padres” que levantan la bandera de ser ejemplo para sus hijos cuando solo les dicen: buenos días al salir a trabajar y buenas noches si están despiertos al regresar. Y los muchachos se acostumbran a ese estilo de vida, donde chatean para decir que necesitan un libro o algo para el colegio. Como la niña no se deja ver, la mamá ni se entera que ya tiene vellos púbicos y los pechitos le están creciendo, cosa que no ocurre con el compañerito o el sádico que día a día la viene observando para atacar como gavilán pollero. Cuando el daño está hecho, sale papá y mamá pegando gritos, como pasa cuando las gallinas invaden el patio ajeno y no se ve dueño por ningún lado, pero si alguien echa mano de una, no se sabe de dónde aparece el dueño armando bulla.
Considero que la solución a este fenómeno social es la prevención, porque si mantenemos a los niños a cien metros de la cocina difícilmente se van a quemar, todos los gobiernos hablan y planifican sobre la educación sexual en los planteles y deben tener claro que esa materia es responsabilidad de los padres en el hogar, porque se supone que es el que conoce el grado de malicia de sus hijos, no una maestra que tiene que lidiar con más de veinte alumnos que muchos harán precisamente lo que intentan decirle que no haga. Los chicos y chicas no necesitan tanta cátedra sobre este tema sino saber por qué no deben tener sexo a tan temprana edad.
El día que la madre apague por un rato su celular e invite a su hija a hacer lo mismo para decirle que, desde que le llega la primera menstruación es candidata para quedar embarazada y con palabras sencillas le explique que, en cada menstruación un óvulo se desprende del ovario y si tiene relación sexual veinte mil espermatozoides lucharán para fecundar ese ovulo pero solo uno lo logrará y ese mes no habrá periodo menstrual sencillamente porque la niña está embarazada. Si lo que se pretende es prevenir el embarazo toquemos el punto central que lo causa y no andemos por las ramas complicando el asimilar de los muchachos, hay niñas tan inocentes que no saben qué les puede pasar una vez se desarrollan, por eso centrémonos en la prevención hablando claro inculcándole a las niñas que no se dejen tocar ni de grandes ni de chicos aunque la miren como bicho raro porque el que ríe de último, ríe mejor. Las madres tienen que ser las mejores amigas de sus hijas. No meterle miedo, no amenazarlas, esa actitud las arroja en brazos de los sicópatas, recuerden que tienen las hormonas a otro nivel y deben saber que eso es normal por unos días pero que se les pasará. Una psicóloga jamás podrá hacer el papel de una madre, porque ejerce una profesión y una madre, una hermosa misión dada por Dios. Una psicóloga (y no estoy en contra de ellas), cobra por su trabajo porque se quemó las pestañas estudiando la conducta humana, pero una madre trabaja 24/7 sin cobrar un centavo y Dios le da la sabiduría para conocer bien a sus hijos, sabemos que algunas no cumplen a cabalidad su misión, no obstante no deja de ser su responsabilidad y tendrá que dar cuenta a Dios un día. En materia de sexo no hay mejor maestra que la madre que quiere lo mejor para sus hijos, no que le traigan un nieto cuando todavía están tomando pecho y aprendiendo los valores morales para convertirse en una persona útil a la sociedad y no en un ciudadano corrupto.
Escritora.
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