Platillos que los 'royals' se privan
Los miembros de la realeza británica no pueden aprovechar sus viajes para probar los más distintos platos, pues existen restricciones. Le dicen 'no' a los mariscos.
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- - Publicado: 12/8/2017 - 12:00 am
Sí, así es la realeza de Isabel II. La familia real británica tiene un sinfín de platillos por probar cuando están de viaje, literalmente tienen a sus pies a los mejores cocineros del mundo, sin embargo, existe una pequeña restricción. Cuando se trata de estar en extranjero los royals deben de llevar un dieta y no comer un platillo en especial.
De acuerdo con OK! Magazine, a la realeza no se debe servir jamás mariscos durante los viajes para evitar una intoxicación. Así mismo, The Sun también informó que no pueden comer carne poco cocida o cruda y tampoco agua del grifo. Mientras que el ajo es obviamente un rotundo no.
De acuerdo con el sitio web real, los royals tienen 2,000 compromisos al año, por lo que no los culpamos de ser cuidadosos, ¿o sí?
La chef Carolyn Robb, quien trabajaba de tiempo completo en el palacio de Kensington para la princesa Diana y el príncipe Carlos, dijo que la razón era que por tantos compromisos públicos estaban muy cerca de la gente, por lo cual nunca quisieron oler mal.
La soberana Isabel II es quien supervisa este estricto régimen, no obstante, se dice que algunos pertenecientes a las generaciones más jóvenes, han ignorado esta regla algunas veces.
¿Cómo se alimenta la realeza británica? El físico de Kate Middleton sugiere que más bien come en pequeñas cantidades pero, ¿qué incluye realmente su menú? Algunas de estas preguntas tienen ahora respuesta, porque la que ha sido chef de la familia real británica durante 13 años ha revelado los secretos de su cocina. Y es que según Carolyn Robb, hay un ingrediente que nunca llegó a la cocina del palacio: el ajo.
Robb acaba de lanzar su primer libro The Royal Touch, que incluye las recetas que cocinó para los príncipes de Gales, Carlos y Diana, y sus hijos, Harry y William, así como a otros royals británicos. Un libro con el que quiere "demostrar que la familia real no vive de caviar y langosta".
Las costumbres culinarias de la familia real británica son normales. Por ejemplo, el servicio nunca se encarga de la cena de Navidad. "Nunca cocinamos por Navidad", dijo.
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