Venecuba
- - Publicado: 07/9/2005 - 11:00 pm
Fidel Castro y Hugo Chávez están en plena luna de miel. Es conmovedora la admiración que Chávez siente por el anciano dictador cubano. Su admiración es tan grande que han estado discutiendo unificar los dos países. No es ninguna broma. Cuba y Venezuela ya han estado unificando sus procedimientos jurídicos y comerciales.
El trabajo educativo no se queda atrás. El Decreto 1.011, aprobado el pasado 4 de octubre, crea un cuerpo de supervisores itinerantes, nombrados a dedo, que tendrá la facultad de intervenir los planteles educativos, públicos y privados, y suspender a los miembros de los cuerpos directivos, para ser sustituidos por funcionarios afectos al régimen.
¿Cómo se llamará el nuevo país? ¿Venecuba? ¿Cubazuela? Nadie lo sabe pero, mientras tanto, aguzados historiadores cubanos ya han descubierto que el padre de Bolívar era cubano, que Manuela Sáenz era santiaguera y que el verdadero autor de Alma llanera fue Ñico Saquito. ¿Qué futuro le espera a la nueva nación? Venezuela no sólo va a perder su industria petrolera, sino que probablemente se quede sin agua. Castro quiere decuplicar la producción agrícola de Venezuela para convertirla en una gran exportadora de alimentos. A estos efectos, considera necesario canalizar las aguas del Orinoco. Para trabajar en este plan, un equipo de ingenieros cubanos, asesorados por técnicos chinos, ya se ha trasladado a Puerto Ayacucho en el estado Amazonas.
Es obvio que ni Chávez ni mucho menos Castro están interesados en el pueblo venezolano. Los verdaderos intereses están en otra parte. Una oficina en La Habana va a coordinar los negocios petroleros de PDVSA en el Caribe mientras ministros cubanos de finanzas se establecen en Caracas. Lo que queda de la democracia venezolana es el único obstáculo que confrontan las langostas chavistas en su frenético devorar de las riquezas nacionales.
Recientemente una delegación de militares venezolanos estuvo de visita en La Habana. El objetivo de su visita, agudamente analizado por el general Rafael del Pino (además de ser filmados y grabados para potenciales chantajes de la Seguridad cubana) era aprender de sus fuerzas armadas y tratar de integrarse lo más posible a ellas. Después de todo, tienen una rica experiencia en combate. O que el más capaz y experimentado de los generales cubanos, Arnaldo Ochoa, un ""héroe de la república de Cuba"", fue fusilado por Castro. Si Castro maneja de esta forma un ejército creado por él, ¿qué confianza podrá tener en el ejército tradicional venezolano y qué destino podrá esperar su alta oficialidad?
Chávez envidia las rígidas estructuras del totalitarismo cubano. No conoce su profunda desmoralización interna y aspira a inyectar, desde afuera, un poco de disciplina en el caos venezolano. Tarea imposible. El caos facilita el robo y la nomenclatura cubana aspira hacerse rica en Venecuba.
(*) Analista político y columnista de El Nuevo Herald.
(c) www.aipenet.com
Aquí funcionan dos instalaciones: el centro de alto rendimiento de la federación de Tae Kwon Do que es donde entrenan los equipos nacionales mayores y juveniles de Panamá, pero también es la sede de la escuela de Tae Kwon Do de Costa del Este.
"Somos parte de la federación panameña de Tae Kwon Do que es una organización deportiva reconocida por el Instituto Nacional de Deportes (INDE)". En esta escuela se cuenta con la atención de tres a cuatro profesores por clases y se utilizan de pesas. El presidente de la Federación es Gustavo Torres.
El trabajo educativo no se queda atrás. El Decreto 1.011, aprobado el pasado 4 de octubre, crea un cuerpo de supervisores itinerantes, nombrados a dedo, que tendrá la facultad de intervenir los planteles educativos, públicos y privados, y suspender a los miembros de los cuerpos directivos, para ser sustituidos por funcionarios afectos al régimen.
¿Cómo se llamará el nuevo país? ¿Venecuba? ¿Cubazuela? Nadie lo sabe pero, mientras tanto, aguzados historiadores cubanos ya han descubierto que el padre de Bolívar era cubano, que Manuela Sáenz era santiaguera y que el verdadero autor de Alma llanera fue Ñico Saquito. ¿Qué futuro le espera a la nueva nación? Venezuela no sólo va a perder su industria petrolera, sino que probablemente se quede sin agua. Castro quiere decuplicar la producción agrícola de Venezuela para convertirla en una gran exportadora de alimentos. A estos efectos, considera necesario canalizar las aguas del Orinoco. Para trabajar en este plan, un equipo de ingenieros cubanos, asesorados por técnicos chinos, ya se ha trasladado a Puerto Ayacucho en el estado Amazonas.
Es obvio que ni Chávez ni mucho menos Castro están interesados en el pueblo venezolano. Los verdaderos intereses están en otra parte. Una oficina en La Habana va a coordinar los negocios petroleros de PDVSA en el Caribe mientras ministros cubanos de finanzas se establecen en Caracas. Lo que queda de la democracia venezolana es el único obstáculo que confrontan las langostas chavistas en su frenético devorar de las riquezas nacionales.
Recientemente una delegación de militares venezolanos estuvo de visita en La Habana. El objetivo de su visita, agudamente analizado por el general Rafael del Pino (además de ser filmados y grabados para potenciales chantajes de la Seguridad cubana) era aprender de sus fuerzas armadas y tratar de integrarse lo más posible a ellas. Después de todo, tienen una rica experiencia en combate. O que el más capaz y experimentado de los generales cubanos, Arnaldo Ochoa, un ""héroe de la república de Cuba"", fue fusilado por Castro. Si Castro maneja de esta forma un ejército creado por él, ¿qué confianza podrá tener en el ejército tradicional venezolano y qué destino podrá esperar su alta oficialidad?
Chávez envidia las rígidas estructuras del totalitarismo cubano. No conoce su profunda desmoralización interna y aspira a inyectar, desde afuera, un poco de disciplina en el caos venezolano. Tarea imposible. El caos facilita el robo y la nomenclatura cubana aspira hacerse rica en Venecuba.
(*) Analista político y columnista de El Nuevo Herald.
(c) www.aipenet.com
Aquí funcionan dos instalaciones: el centro de alto rendimiento de la federación de Tae Kwon Do que es donde entrenan los equipos nacionales mayores y juveniles de Panamá, pero también es la sede de la escuela de Tae Kwon Do de Costa del Este.
"Somos parte de la federación panameña de Tae Kwon Do que es una organización deportiva reconocida por el Instituto Nacional de Deportes (INDE)". En esta escuela se cuenta con la atención de tres a cuatro profesores por clases y se utilizan de pesas. El presidente de la Federación es Gustavo Torres.
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